Sunday, July 5, 2020

¡Alcancé Salvación!

Elizabeth Miriam Martinez-Guarneri


5 de abril del 1939 a 29 de junio del 2020


Estimada es a los ojos de Jehová
La muerte de sus santos.
Salmo 116:15 (RV60)

     Elizabeth M. Guarneri se ha reunido con su Redentor.  Ha llegado a su hogar eterno.  Está cantando las alabanzas de su Dios y gozándose en su salvación.  Es sana y libre.  ¡Alcanzó salvación!     

     Extrañaremos su sonrisa, su espíritu jovial, su sentido de humor, sus oraciones, su tocar del piano, sus pinturas y poemas, sus comentarios en las redes sociales, sus mensajes de texto y sus tarjetas y regalos amables y detallistas.  Deja un hueco grande en nuestros corazones hasta que la volvamos a ver cuando regrese Cristo.

     Elizabeth fue una hija amada, hermana cariñosa, madre querida, educadora, misionera, evangelista, discipuladora, ministro de niños y estudiantes, poeta, música, cuyo instrumento preferido era el piano, artista de pintura, diaconisa en su iglesia, amante de la cultura y el folklore, de la literatura hispana, de buenas comidas y reuniones con su familia y amigos.

     Elizabeth había cumplido 81 años cuando pasó a su hogar eterno el 29 de junio del 2020.  Nació el 5 de abril de 1939 a sus padres, Gumaro Martínez y Fernanda (Nanda) Jasso en General Terán, Nuevo León, México.  Su padre tenía una tienda en el área y sus mamá era maestra de escuelas tanto en Montemorelos como en Terán, Nuevo León.

     El evangelio llegó a la familia de Elizabeth cuando su madre y abuela escucharon el mensaje en la iglesia presbiteriana de Villa Mainero, Tamaulipas.  Después de hacer profesiones de fe se unieron a la iglesia presbiteriana.  Cuando la familia se mudó a Terán se unieron a la iglesia metodista ya que no había iglesia presbiteriana.  La misionera Anna Devor fue la maestra de escuela dominical de las tres hermanas: Irma, Orfa y Elizabeth.  Elizabeth aprendió a tocar el piano a temprana edad y disfrutó desde entonces tocar los himnos de la fe como también la música clásica.  La influencia de la misionera, la iglesia y la música formaron a Elizabeth para toda la vida.

     Elizabeth confío en Cristo como su Señor y Salvador a muy temprana edad y se comprometió a una vida de servicio a Rey y a su Reino.

     La familia Martínez-Jasso creía fuertemente en la importancia de la educación.  Tan pronto como las tres hermanas: Irma, Orfa y Elizabeth terminaron sus estudios secundarios, salieron a Monterrey para ingresar en la Normal de Maestros, Miguel F. Martínez.  Se quedaban en una casa de huéspedes.  Elizabeth terminó la normal con una especialización en kindergarten.

     Al recibirse Elizabeth empezó su primer empleo como maestra de un jardín de niños privado, Moisés Sáenz, y no mucho tiempo después, fue empleada por la organización de Misiones Mexicanas Mayores (Emil Aanderud, director).  Esta empresa bivocacional para la joven adulta marcaría la norma para el resto de su vida como ministro por medio de la educación y de la iglesia.  Hizo discípulos ministrando a su espíritu, mente y alma.

     Elizabeth y su familia eran miembros activos de la Iglesia Presbiteriana El Buen Pastor en Monterrey.  Allí ella aprendió y se desarrolló como líder entre el esfuerzo cristiano juvenil y la enseñanza dominical a los párvulos.

     Adicionalmente al principio de los 60s Elizabeth apoyó el ministerio estudiantil fundado por la profesora Mariluz Gutierrez llamado "Círculo Juvenil Cristiano."  Ambas mujeres formaron una organización de mujeres para el sostén del ministerio estudiantil, como también un red de profesionistas evangélicos.

     En 1964, Elizabeth se casó con Carlos Julio Guarneri, quien también trabajaba con Misiones Mexicanas Mayores, y juntos dejaron a su familia extendida en Monterrey para hacer discípulos entre los estudiantes de la Universidad Autónoma de México.  Su hogar vino a ser el centro estudiantil en donde entraban y salían estudiantes todo el día y en las noches.

     Entre otras cosas, Elizabeth fue maestra de la escuela misionera presbiteriana en la Ciudad de México y también conducía misiones entre los niños de barrios con bajos recursos económicos en el área metropolitana de la Ciudad de México y después en Monterrey.

     Elizabeth trabajó con y apoyó al equipo que organizó y coordinó esfuerzos evangelísticos con distintas agencias y denominacionales para las olimpiadas del 1968, el cual fue dirigido por su esposo, en la Ciudad de México.  Fue instrumental en el discipulado y plantación de iglesias en casas en Toluca y Ciudad Satélite.  Muchos vinieron a los pies de Cristo durante este ministerio y algunas iglesias en casas fueron iniciadas.  Sus hijos Julio y Daniel nacieron durante este período.

     Poco después de las olimpiadas la familia Guarneri-Martinez regresó a Monterrey en 1968 donde continuaron el trabajo de discipulado entre estudiantes universitarios.  Entre otras cosas Elizabeth organizó y dirigió campamentos para estudiantes como también Escuelas Bíblicas de Vacaciones.  Muchos vinieron a Cristo durante este tiempo.  Varias iglesias en casas fueron iniciadas como resultado de este trabajo.  El hogar de los Guarneri fue la sede de una de estas iglesias iniciadas por jóvenes tales como Hector Valay.  Noe David y Anna Elizabeth nacieron durante esta etapa.

    Después de haber asistido a una conferencia misionera en 1977 en la Ciudad de México donde se desafío a los mexicanos a salir como misioneros al extranjero, la familia Guarneri-Martinez sintió el llamado de salir como misioneros al extranjero.  Al orar por dirección en cuanto al país de destino, Elizabeth leyó acerca de los inmigrantes hispanoparlantes en los Estados Unidos y sintió que la familia debía ir a predicarles el evangelio e iniciar nuevas iglesias entre ellos.  Buscó el consejo y el apoyo de la misionera Ms. Roger.

    Elizabeth tenía un profundo aprecio por los misioneros norteamericanos quienes invirtieron de sus vidas en México por causa del evangelio, tales como la Srta. Devor, los Aanderud, los Thompson, los Letz, y la Srta. Roger.  Estableció amistad de por vida con ellos y siguió su ejemplo en muchas formas.

     En 1978 la familia Guarneri-Martinez fue enviada por su iglesia en casa para iniciar nuevas obras entre los hispano parlantes en Texas.  Una vez más, después de vender sus pertenencias y dejando a su familia extendida se lanzaron a una nueva aventura ministerial con el apoyo financiero de su iglesia en casa en Monterrey.  Elizabeth, a lado de su familia, sirvió en Rio Grande City, Edinburg, Beeville, Freer y Corpus Christi.

     Durante su tiempo en Beeville, Elizabeth principió su segunda jornada en educación superior.  Aunque ya se había recibido como maestra en México tuvo que emprender de nuevo todos sus estudios en EUA.  Fue también en Beeville que empezó a enseñar a adultos, lo cual continuó por muchos años en distintos lugares.  Además enseñó piano a muchos miembros de iglesias en el área de Beeville y más allá.

     En 1985 la familia Guarneri-Martinez se mudó a Corpus Christi para iniciar la obra de Parkdale Baptist Church en Español.  Pare ese entonces Julio estaba en la universidad, Daniel y Noe David en la secundaria y Anna Elizabeth (Beth) en la primaria.  No mucho después de esto Elizabeth vino a ser madre soltera y en su compromiso para proveer bien para su familia consiguió un empleo como asistente de maestra en la secundaria Wynn Seale (CCISD), mientras continuaba sus estudios para la licenciatura en la universidad Corpus Christi State University, la cual es ahora Texas A&M Corpus Christi.  Con tenacidad y compromiso en su carrera como madre soltera en esta segunda etapa de su vida, también cursó y obtuvo una maestría de arte en literatura hispana de la universidad Texas A&I en Kingsville.

     Elizabeth se dedicó a la educación el resto de su vida en las secundarias Robstown High School (RISD), Academia Presbiteriana Panamericana en Kingsville, Ray High School (CCISD), y en las instituciones superiores Del Mar College y Texas A&AM University.  Enseñó español, música, patrocino el club de español, enseñó arte y folklore mexicano, y aún después de su jubilación siguió como maestra substituta hasta la pandemia de COVID-19.  Los alumnos de Elizabeth la recuerdan como una maestra jovial, divertida, generosa, amable, animadora, e inspiradora.  Sus colegas concuerdan.

     Elizabeth amó a sus cuatro hijos de igual manera.  Sin embargo invirtió mucha energía cuidando a su hija Anna Elizabeth quien sufrió de situaciones de salud mental y otros desafíos.  Beth contrajo una enfermedad terminal en el 2019 y Elizabeth la cuidó en los momentos más difíciles hasta que Beth pasó a la eternidad el 22 de noviembre del 2019.  A Elizabeth se la partió el alma pero su fe en Cristo la mantuvo fuerte.  Aunque sufrió su pérdida continuó viviendo una vida plena, amando a sus hijos y nietos, sirviendo a su iglesia, enseñando y teniendo proyectos.

     Sus proyectos inconclusos quedarán como la publicación de un libro de poesías, el escribir de lecciones de discipulado para grupos en los hogares de su iglesia, y conocer a su primer bisnieto.  Valga decir que Elizabeth nunca disminuyó su ánimo.  Nunca se dio por vencida.  Hasta el último momento vivió con plenitud, con gusto y con esperanza confiada.

     Elizabeth ponía mensajes inspiradores a diario en Facebook e Instagram, comentaba en los que otros ponían alguna respuesta animadora o chistosa.  Se comunicaba con docenas de personas por messenger cada semana animando, aconsejando y compartiendo esperanza.  Su mensajes eran positivos, optimistas, e intentaban glorificar a Dios.

     Elizabeth fue miembro por muchos años de la iglesia First Presbyterian donde sirvió como diaconisa, en el comité de misiones, participó en el coro de campanas y tocó el piano, entre otras cosas.  Amó a su iglesia y su iglesia la amaba a ella también.

     Elizabeth estaba convencida que Cristo Jesús es el único Señor y Salvador.  Creía en la riqueza de las diversas culturas y nacionalidades las cuales reflejan la belleza de Dios.  Creía en la santidad de la vida humana desde el vientre hasta la vejez.  Creía en la dignidad de todo ser humano porque somos hechos a la imagen de Dios independientemente de edad, raza, religión, nivel socio económico, nacionalidad o nivel de educación.  Creía que Dios ayuda a los que no se pueden ayudar a si mismos y que los cristianos debemos ser las manos y los pies de Cristo a los marginados.  Era una pacifista comprometida.  Se entristecía con la retórica racista y de odio.  Creía que la respuesta era el amor y la paz, los cuales se pueden encontrar solamente en Cristo. 

     En la muerte le anticiparon a Elizabeth sus padres, Gumaro Martinez y Fernanda (Nanda) Jasso, su hija, Anna Elizabeth Guarneri, y su amado cuñado, Gilberto Garza.  Le sobreviven sus hijos, Julio (Monica) de McAllen, Daniel de Corpus Christi y Noe David del área de Los Ángeles (desierto Mojave) en California; sus nietos, Joshua de McAllen, Rachel (Jaziel) de Lubbock, Danielle de Corpus Christi, Alexandra (Andrew) de San Antonio, Mia de Corpus Christi, Stevan, estudiante en la Universidad de Texas en Austin, Sabrina de Georgetown y Sebastián de San Antonio; sus hermanas queridas, Irma Martínez de Garza y Orfa (Angel) Martínez de Rodríguez, ambas de Monterrey, México.  Amaba a sus sobrinos Gilberto (Nancy) Garza, Hernán (Lolis) Garza, Hugo Adrián (Liliana) Garza, Fernando (Claudia) Garza, Irma "Mima" (Abelardo) Garza, y Sara Lilia Rodriguez, todos de Monterrey, Nuevo León, México.

     El servicio de Celebración de Vida será el martes 7 de julio a las 10:00 AM en la First Presbyterian Church of Corpus Christi (430 S. Carancahua St, Corpus Christi, Texas 78401) seguido por el sepelio en Seaside Memorial Park (4357 Ocean Drive, Corpus Christi, Texas 78412).

     Pedimos respetuosamente que la familia y los que nos acompañen usen cubrebocas y mantengan distanciamiento social. También sugerimos que aquellos con condición de salud vulnerable participen virtualmente. El servicio será transmitido en vivo por medio de la página de Facebook de la iglesia: https://m.facebook.com/firstprescc/

GALERÍA DE VÍDEOS DEL SERVICIO DE CELEBRACIÓN DE VIDA





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